Qué pesadas que son. Yo creo que hay gente a la que le gusta complacer y no hay NADA malo en ello ni es ningún síndrome de mierda.

«¡Qué niña más buena y más formal, mírala ahí, calladita, haciendo sus deberes, es muy madura, muy trabajadora y nunca molesta!«… Si en la infancia siempre te dijeron que si eras buena, atraerías cosas buenas a tu vida, si ya en de adulta siempre te alaban por adaptarte a las circunstancias y a lo que quieren los demás sin protestar, si siempre evitas dar tu opinión sobre algo por si molesta a alguien, si siempre consigues que nadie discuta contigo y si siempre pareces conforme con todo lo que te dicen o te hacen, ¿por qué no eres feliz? ¿Tal vez te hayas pasado de rosca con eso de la »bondad«? O quizá, como plantea la psicóloga Marta Martínez Novoa (@martamnovoapsico) estés sufriendo el «síndrome de la chica buena», ese que te lleva a intentar complacer a todo el mundo a todas horas. Y no es que ser «buena» sea algo negativo, lo que plantea la psicóloga es que esa bondad puede convertirse en un problema cuando hace que nos resulte difícil poner límites, afrontar conflictos, defender nuestros valores y tomar decisiones.

Por eso para abordar esta situación Martínez Novoa propone en su libro ‘El síndrome de la chica buena’ (Zenith) un viaje guiado al pasado para entender por qué algunas personas sienten en el presente este tipo de bloqueos y descubrir las herramientas que le ayudarán a construir un futuro en el que sean su máxima prioridad.

¿Qué hay de malo en ser una chica buena y cuál es el origen del síndrome que describes en tu libro?

Decidí escribir ‘El síndrome de la chica buena’ porque hace mucha falta, más de lo que creemos. De hecho lo que más veo en consulta son muchas cuestiones relacionadas con él. Está tan normalizado que no solo nos cuesta reconocerlo, sino que además está muy reforzado por la sociedad.

La TURRA completa aquí [@ABC]