Otra de sus peculiaridades es su superficie, prácticamente plana y cuadrada, de unos 25 x 25 metros. Lo que invita a pasear, descansar y, cómo no, fotografiarse sobre ella. Porque las vistas que se obtienen desde este púlpito son merecedoras de incluirse entre los paisajes más espectaculares de toda Noruega. Pero para disfrutar de ellas hay que trabajárselo y llegar a pie hasta allí arriba, aunque como ahora verás la caminata que lleva hasta el Preikestolen está al alcance de la mayoría.