Una quincena de okupas se hizo el lunes con todo un edificio a estrenar de Palma, que estaba a punto de ser entregado a sus legítimos propietarios. Durante cuatro horas un negociador mantuvo tensos contactos con los asaltantes, que finalmente cedieron y aceptaron salir de las casas. La Policía Nacional, a todo esto, rodeó con un espectacular despliegue todos los accesos y salidas del inmueble, mientras dentro se llevaba a cabo la negociación.
El edificio está ubicado en la calle Aragón de Palma y había sido finalizado recientemente, aunque los pisos todavía no tenían luz. Estaba a punto de ser entregado a los propietarios y por la mañana saltaron todas las alarmas: un grupo de 15 okupas de etnia gitana, entre los que había niños, irrumpió en el interior. Utilizaron unas cartulinas rígidas de los extintores para abrir las puertas y se colocaron, rápidamente, en siete casas. | @ultimahora