[…] Salir indemne de un hogar en llamas es un milagro. De ahí que, a sus 30 años, Itziar transmita serenidad aunque su vida haya sido una pesadilla. Hace sólo unos meses se marchó de la vivienda que compartía con sus padres y cortó radicalmente la relación con ellos. «Siempre han tenido problemas con las drogas, yo las he visto en mi entorno desde pequeña», confiesa esta periodista madrileña, madura a la fuerza por culpa de la adicción de sus progenitores. […] | @elmundo