La magistrada esgrime que aunque el acusado actuó «imbuido por el dolor de atentar contra la dignidad» de la denunciante, al no existir ninguna relación previa entre ellos, y dado que su única motivación fue su animadversión hacia las personas negras, los hechos no entrañan la gravedad suficiente para encuadrarlos en el delito de odio.
Llega a esta conclusión porque el pasajero no se dirigió inicialmente a la azafata, sino que fue al revés: ella se ofreció a ayudarle a acomodarse y a colocar su equipaje.
También apunta que el acusado evitó en todo momento el contacto con la azafata, «de modo que en otras circunstancias (en un restaurante, en una aeronave o un buque de mayores dimensiones) el incidente podría haberse minimizado considerablemente».
Abunda en que se refirió a la denunciante como «negra», lo cual en otro contexto, como los hechos juzgados, «no tiene ninguna connotación negativa; más bien al contrario, pues es la denominación preferida por muchas personas pertenecientes a este grupo racial, equivalente a la expresión ‘blanco'».
Esgrime, asimismo, que el acusado no se mostró violento, sino alterado, «probablemente una exacerbación de sus peculiaridades por razón del nerviosismo que genera el viaje».
También tiene en cuenta su edad, 80 años, y que, «al parecer, ha vivido experiencias muy traumáticas que le impulsan a querer evitar el contacto con personas negras (lo cual es legítimo); carece de antecedentes penales y policiales y no pertenece a ningún grupo o colectivo racista», según señala en la sentencia.
La magistrada sostiene que la animadversión del procesado hacia las personas negras la expresó en forma de bucletanto a la afectada como al resto de pasajeros, y que «supuestamente nace de experiencias traumáticas de sus familiares durante sus años de estancia en Venezuela».
Tampoco ve probado que la llamara «negra de mierda», como alega la denunciante, pues ni los testigos lo recuerdan ni el comandante lo recogió en la denuncia que interpuso por la vía administrativa. | @elmundo
Inmunidad de grupo. https://t.co/8CFm4gRBMy
— Coronavirus (@CoronaVid19) October 18, 2021
Los mejores chollos en Chollometro
Para los que me vais a recordar lo de Zozulia, decir que puede que estuviera equivocada. Si no recuerdo mal, era que se sacó una foto con símbolos y mierdas nazis que había que descifrar. A mi me parecía demasiado rebuscado todo eso… y no estaba segura. Lo que sí que defendía sobre todo era su voluntariado en las Fuerzas Armadas de Ucrania donde donaba dinero para proteger el país de ataques por parte de Rusia, en su día ya he explicado por qué.
El afroamericano Jalen Smereck ha abandonado el club ucraniano de hockey Donbass, tras el escándalo racista que se produjo a finales de septiembre, cuando Andrei Deniskin, delantero del Kremenchuk, fue captado burlándose de él, imitando como si estuviera pelando y luego comiendo un plátano. | @actualidad
Хоккейный клуб «Донбасс» резко отрицает все формы дискриминации и возмущен поведением Андрея Денискина. Донецкий клуб отвергает любые расистские проявления – расизму не место ни на спортивных площадках, ни за их пределами 😠 pic.twitter.com/FhfXgw45Cu
— HC Donbass (@hcdonbass) September 26, 2021