Baia, el Las Vegas de la Roma antigua

El mar de Nápoles (sur) esconde en sus profundidades un tesoro arqueológico: los restos de la antigua Baia, hace dos milenios meta vacacional para los romanos más poderosos pero cuyas villas, termas y mosaicos acabaron bajo el agua por un lento e inexorable fenómeno volcánico. Hasta nuestros días.

La historia de Baia recuerda a la mítica Atlántida, una urbe bella y fastuosa engullida por el mar, pero en este caso los restos de su gloria pretérita son bien visibles a cinco metros bajo las olas que bañan Pozzuoli, aunque para ello haya que vestirse de buzo.

«Estas estructuras necesitan una atención constante. Hablamos del mayor yacimiento sumergido del mundo en un contexto delicado» por el mar y la actividad volcánica, explica a EFE el director del Parque de los Campos Flégreos, Fabio Pagano. | @elmundo

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