Se conoce como incesto a las relaciones sexuales consensuadas que involucran a miembros de una misma familia, es decir, quienes comparten un lazo directo de consanguinidad, como hermanos, padres, hijos y abuelos.

Esta es una práctica condenada culturalmente e incluso prohibida legalmente en la gran mayoría de civilizaciones alrededor del mundo, entre otras razones porque los individuos que presentan nexos sanguíneos estrechos comparten un alto porcentaje de su genoma, por lo que su unión empobrecería el pozo genético, es decir, se disminuye la diversidad genética de las futuras generaciones, incrementando la probabilidad de enfermedades, mutaciones o taras hereditarias.

A pesar de que esta es una práctica bastante cuestionada y poco conocida en el mundo, los Whittaker, son prueba de que existen familias que siguen esta práctica. Viven al Oeste de Virginia, Estados Unidos, y sus características físicas los hacen notoriamente diferentes al resto de la población.

Son la familia endogámica e ‘incestuosa’ más conocida y popular de los Estados Unidos y su fama se debe a que un cineasta logró grabarlos para un documental.

Al encontrarse con la familia notó que casi todos tenían un rasgo característico: un ojo desviado hacia el lado opuesto a donde está la nariz.

El fotógrafo encontró que los familiares están acosados por una serie de graves impedimentos físicos y mentales, y algunos son incapaces de articularse y hablan solo con gruñidos.

Cabe mencionar que el incesto suele tener muchas consecuencias, más allá de las psicológicas y sociales están las genéticas, que se van acentuando conforme ocurren uniones entre familiares. Esto es algo que los Whittaker sufren. | @caracol