Cataluña tiene desde hace más de 20 años un protocolo de actuaciones para prevenir la mutilación genital femenina no sólo para concienciar a las familias que lo ven como una práctica cultural de sus países de origen sino también para detectar y evitar que se produzcan más casos. El último ocurrió cerca de Barcelona cuando la madre de una menor de 17 meses acudió a un ambulatorio de Sant Joan Despí a pedir que le hicieran una ablación genital a su hija, igual a la que a ella le habían practicado de niña. | @elmundo