La mecánica -y electricista de coches- Irati Etxandi demuestra que el auténtico empoderamiento se hace con el ejemplo, no con la dialéctica. Ella abandonó su carrera como contable para ayudar en el negocio familiar hace sólo dos años. Hoy, sus vídeos enseñando su labor en el taller familiar acumulan millones de visitas. En ellos se ve a Irati explicando cómo se cambia correctamente un filtro de aceite, reparando un velocímetro, recuperando la potencia de un coche… Con 23 años, esta donostiarra de ojos color turquesa acumula 117.000 seguidores en Instagram y 222.000 en TikTok.
Pero, como en cada historia de éxito, hay claroscuros. En el caso de la joven mecánica vasca, le toca lidiar con el machismo. Los piropos subidos de tono son una constante. Y las críticas llegan a ser crueles. Le acusan desde que todo es un montaje, que ella no sabe ni de mecánica ni electricidad de coches, hasta criticarla por salir impecable, sin manchas de grasa, manicura hecha y el rostro acicalado. «Tras acabar Administración y Finanzas, estudié maquillaje», responde a sus odiadores. Los haters, no entienden de explicaciones. Quizá porque ella rompe todos sus estereotipos. Lo hace Gaitán también. Quien explica impoluto qué pasa con un cigüeñal o con la cristalización del AdBlue. Pero a él nunca le acusarán de no saber hacerlo.
Más del 90% de los seguidores de Irati son varones. Mas ella está especialmente satisfecha con las chicas, ese 9%, de su edad o más jóvenes, que tras verla trabajar deciden prepararse para el mismo oficio. «Es maravilloso inspirara a otras mujeres», afirma a ‘Crónica’ con humildad.
Su primer vídeo fue ella desmontando un airbag. Sin decir palabra y con el Despechada de Rosalía de fondo. Esa grabación supera las 900.000 reproducciones. Actualmente, según una medición que nos envía, sus vídeos acumulan cinco millones cada mes.
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