Pues vaya tontería

«Le escribo para informarle que, con efecto inmediato, se revoca la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio de la Universidad de Harvard», según una carta enviada a la universidad por Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional. Hace unas semanas, la misma Noem declaró «ilegal y violenta» la actividad de algunos de los estudiantes extranjeros con visados y amenazó con prohibir la entrada a otros en el futuro.

«Esta Administración hace responsable a Harvard de fomentar la violencia, el antisemitismo y de coordinarse con el Partido Comunista Chino en su campus», declaró Noem en el comunicado. «Es un privilegio, no un derecho, que las universidades matriculen a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus mayores pagos de matrícula para aumentar sus multimillonarias dotaciones. Harvard tuvo muchas oportunidades de hacer lo correcto. Se negó. Han perdido la certificación de su Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio por no cumplir con la ley. Que esto sirva de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país».

Según el Gobierno de Trump, «en lugar de proteger a sus estudiantes, Harvard ha permitido que los índices de delincuencia se disparen, ha implementado prácticas racistas de diversidad e inclusión y ha aceptado grandes cantidades de dinero de gobiernos y donantes extranjeros». | @elmundo

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Ya ni las Charos se salvan

Por qué las mujeres de 40 y 50 están teniendo el mejor sexo de sus vidas: «Quiero disfrutar sin dramas»

Lo dicen las investigaciones, los expertos, la literatura y el cine. Pero, sobre todo, nos lo cuentan ellas mismas: las mujeres nacidas entre 1965 y 1980 están en el clímax de su sexualidad

«Se vive distinto. Una forma de sentir nueva», dice Marta Peláezsobre sus relaciones sexuales. Tiene 50 años, una hija pequeña y está separada. Desde hace un año sale con un hombre algo más joven, y reconoce que «está poniendo toda la carne en el asador», pero también que ha aprendido a vivir «sin grandes expectativas». «No quiero convivencia, quiero disfrutar. Te quedas con lo bueno. Decides quedarte con lo bueno», matiza.

«Antes buscábamos a alguien con quien tener la vida de nuestros padres. Ahora buscamos tranquilidad y diversión. Lo de ahora no es el amor que yo conocía, no sólo es el sexo lo que es distinto», continúa. Y describiéndose a sí misma -mujer que ha conocido el matrimonio, la maternidad, que es independiente y profesional- define también a las que son distintas -que no se casaron, que no fueron madres, que quizá no pudieron estudiar- pero con las que comparte generación, en este caso la X: las mujeres que nacieron entre 1965 y 1980. En la actualidad, ellas están no sólo disfrutando del mejor sexo de sus vidas sino también en grandes dosis, lo que las convierte en el único segmento social que no vive en recesión sexual. Está disfrutando de su apogeo.

«Hablo más de sexo ahora con mis amigas que cuando éramos jovencitas y estábamos empezando y, en principio, deberíamos haber hablado y compartido más», reflexiona al respecto Laura Barrera, que está a punto de cumplir 45 años, también es madre y vive en Barcelona. Se acuerda de una adolescencia en la que las chicas no se ayudaban sino todo lo contrario. «Nos boicoteábamos. Si nos enterábamos de que alguien ‘ya lo había hecho’, se comentaba. Y siempre con términos eufemísticos: ‘Ésta ya lo ha hecho’. ‘Se la ha comido’. Tengo amigas de toda la vida con la que ahora hablo de sexo profusamente, aunque a algunas hasta les puede extrañar lo de las relaciones de una noche y hasta luego, porque quizá lo de volver a quedar, como que no», amplía refiriéndose a sus partenaires.

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