Los mosquitos bebieron mucho más que su cuota de sangre y quedaron incapacitados para volar o incluso caminar. Otros fueron incluso más allá, bebiendo tanto que acabaron reventando. A menudo, seguían alimentándose mucho después de la rotura de su abdomen, sin saber que lo que entraba salía directamente por el otro extremo.
The ending ??????? pic.twitter.com/8oVdFVUjwt
— JamariJonesATL (@JamariJones_ATL) April 9, 2021