Gemelos

Os cuento una historia que me ocurrió. Siempre veraneamos en Murcia en casa de mis padres. Bueno pues mis padres tienen una gatita preciosa de 3 años. Y mi madre ya hace unos meses me contó por teléfono que la gata se ha vuelto muy rara, empezó a mearse y a hacer caca fuera de su váter, se escondía todo el día debajo de los muebles (solo salía para beber y comer), y cuando andaba lo hacía como muy pegada al suelo, también se ha dejado de lavar. Y antes la gata estaba perfecta, muy limpita y coqueta. Pues llegamos a Murcia, y efectivamente, Josu y yo vemos que la gata está más rara que nada. Nos damos cuenta de que en una oreja tiene algo como marrón y se rasca. La llevamos al veterinario y resulta que tenía SARNA. Que supuestamente se la ha pegado el perro de los vecinos, porque una vez ella saltó a su patio… (mis padres pensaban que la gata tenía ansiedad o estaba asustada porque claro, se volvió rara justo después de que el perro la mordiera) Le han pinchado antibióticos y le estamos dando unas gotitas y la gata en 3 días ya estaba perfecta otra vez. Que reconfortante es ver como se ha curado un animal que lo estaba pasando tan mal 🙂

Extra: Ufffff qué cosita tan gorditaaaa