Especial mención a Josu que me los manda con un ventilador o me agarra fuerte y me obliga a estar en el sitio donde se lo ha tirado.
Para algunas personas, que su pareja prefiera explotar antes de liberar sus gases acompañada, cuestión no solo necesaria sino saludable, supone una falta de confianza innegable. Por el contrario, para otras, resulta una falta de respeto innecesario y siempre expulsarían sus flatulencias en un lugar íntimo y tratando de que, ni el sonido ni su aroma, alcancen lo oídos o narices de quien aman. No vaya a ser que se descubra un aspecto poco agradable, que quizá no se sepan gestionar, ni maride adecuadamente con aquello de despertar la pasión o que me quiera a largo plazo. | @elmundo