Son sus costumbres y hay que respetarlas

Un hombre ha sido condenado a un año de prisión después de reconocer en su juicio haber asaltado y perseguido, con el pene fuera, a una mujer con la intención de «frotarse» en ella. Tras los hechos, agredió a un vigilante de seguridad y a dos guardias civiles.

A pesar de que el vigilante utilizó un spray de defensa en los ojos contra el procesado, el acto resulto ser en vano. El acusado volvió a dirigirse a la víctima, quien fue protegida por la recepcionista. Sin embargo, esto no lo hizo parar y aprovechó, también, para «acechar vehemente» a la segunda mujer con el «miembro al descubierto», sin que «llegara a tocarle en ningún momento al huir esta rápidamente del lugar» junto con la víctima y resguardándose en las oficinas superiores.

Con motivo de lo ocurrido, la Guardia Civil acudió hasta el lugar. Allí interceptaron al acusado en la escalera, quien se abalanzó sobre ellos, provocando que se precipitaran por las escaleras. «Una vez en el suelo, no depuso su lícito actuar, desplegando sobre estos una fuerza desmedida, dando codazos y patadas a uno de los guardias y vigorosas patadas y un golpe en la boca al segundo, motivo por lo que los agentes le redujeron ante la actitud agresiva mostrada mediante el empleo de la fuerza mínima imprescindible», establece la sentencia. | @antena3