El hombre, ayudándose de su relación de superioridad por ser empleador de la chica, se aprovechó de ella y, con ánimo de satisfacer sus instintos sexuales, se aproximó a la mujer y le dijo »mira como ando, hace dos semanas que no tengo nada con mi esposa», le agarró con la mano su zona genital y le mostró su miembro viril bajo su ropa, «causando con ello a la chica una situación de desasosiego«, según relata la sentencia dictada.
Los hechos ocurrieron en julio del año pasado, cuando también le pidió que le enseñara sus pechos y le envió mensajes, en uno de los cuales decía: «Muy mal no acceder a las cosas que te pido. Soy tu jefe y tienes que complacerme en todo, hasta en la cama. No es lo que tú quieras, es lo que yo deseo. Tienes que ser mi puta. Te voy a tocar todas las veces que quiera, por eso eres mi empleada y yo tu jefe». Así lo ha recogido la sentencia que, de conformidad, ha dictado la sección cuarta de la Audiencia Provincial de València. | @levante-emv