“Confié en mi marido y me la jugó”
Arantxa rompe a llorar sin consuelo cuando piensa que los premios acumulados gracias a su buen hacer con la raqueta no le han servido, llegada la madurez, para vivir holgadamente y sin complicaciones. “Es muy injusto. Con lo que he ganado, no poder vivir del tenis es un golpe muy duro que no me esperaba. Mi error, como he dicho otras veces, fue enamorarme. Confié en la persona que tenía al lado, en mi marido, y me la jugó. No voy a tirar la toalla. No lo hice en la pista y no lo haré ahora. Estoy en una etapa dura de mi vida, pero el deporte me ha ayudado a enfrentarme a las adversidades, a ser fuerte y resiliente”. | @elpais