«Pues ya han comido mejor que yo» en 3, 2, …

El qué se va a servir y su coste dependerán de la gestión y el criterio de la cárcel y, sobre todo, del presupuesto del que se disponga. La gran mayoría de los centros penitenciarios permite casi siempre alguna clase de «producto exquisito» en las fechas navideñas, según nos indican fuentes penitenciarias. Algunas de estas concesiones podrían ser el cochinillo o el cordero asado.

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