Marina trabaja como empleada del hogar en un domicilio. Llega muy temprano, antes de que tanto el padre como la madre se vayan a trabajar. Por la mañana limpia la casa, hace la comida, recoge a los niños y los cuida durante la tarde. “Mis jornadas duran unas 12 horas, aunque cobro ocho. Tengo que esperar a que vuelvan y ellos siempre trabajan más de esas ocho horas”, explica esta hondureña de 48 años. Cobra en torno al salario mínimo (1.080 euros al mes), sin retribuciones extra. | @elpais