Aunque casarse con un objeto no es legal, ella considera que lleva casada con su amada estación desde el verano del 2015. En una entrevista de la página Metro, explica que se dio cuenta que estaba enamorada cuando vio que le “era difícil estar lejos de ella” y que “odiaba tenerse que ir a casa”.
También manifiesta que la quiere igual que puede querer a una persona, que para ella es una amiga, una compañera de vida y su esposa. “Ella es la princesa de mi corazón, mi reina”, afirma en la entrevista mientras apoya la cabeza en una pared cariñosamente.
Su día a día
La mujer se viaja una hora y media en bus cada día para verla (45 minutos de ida y 45 de vuelta). Y, una vez allí, pasa el tiempo acariciando y besando las paredes .También asegura que juntas “observan los edificios de alrededor”. “Me gusta especialmente cuando escucho los trenes”, dice, y añade que ha estado “a punto de sentir un orgasmo al sentir la pared detrás de ella”.
Practican “sexo mental”
En cuanto al sexo, Carol explica que no puede practicarlo físicamente porque sería irrespetuoso hacerlo en público, es por eso que “practica sexo mental con el edificio”. | @mundodeportivo