No es del mundotoday, EN SERIO

[…] Un hombre de unos setenta años, complexión fuerte, alto y de pelo blanco entró ayer en la frutería de Marqués de Pontejos para exigir a su dueña, Sandra Castro, que retirase de sus estanterías unasperas que tenía a la venta procedentes de Lleida.

«Yo estaba en el almacén, y ya me llamó la atención porque él entró y nadie lo hace y me dijo: ‘¿me vienes aquí afuera?’ y yo pensé que tenía mucha prisa, ya salí, me puse el guante y me empezó a decir que tenía fruta de Cataluña y que la retirara. Él me mandaba retirar la fruta», relata Castro que, aún con una marca en la nariz, despachaba en la tienda. «Él me repitió que retirase la fruta y yo le dije que no me molestase y que me dejase vender fruta y, entonces, me hizo un corte de manga pegado a la cara«, recuerda. […] @laopinioncoruna