Según se desprende del fallo, el señor Wang, que tras trabajar en la compañía desde el 2006 firmó un contrato indefinido en abril del 2013, se sometió a una intervención quirúrgica por una enfermedad anorrectal en diciembre del 2014.
Tras sanar en enero del 2015, el trabajador comenzó a pasar de 3 a 6 horas diarias en el baño de las oficinas, alegando dolor y malestar.
Ante las continuas ausencias, la empresa registró y documentó las prolongadas estadías del empleado en el baño, lo que llevó a la emisión de un aviso de castigo y despido en concordancia con el sindicato de trabajadores y las normas establecidas en el manual de la compañía. | @lavozdegalicia