Un buzo se ha topado con una de las medusas más raras del mundo. Sólo ha sido fotografiada dos veces en la vida

El número de especies que podría encontrarse en los mares se estima entre 150.000 y 10 millones, siendo un millón la cifra más plausible para el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM. De todas estas, solamente se conocen alrededor de 250.000, lo que significa que cerca del 70% aún son un misterio.

Es el caso del animal que protagoniza la historia de hoy. Más de una decena de tentáculos a rayas se arrastran detrás de un cuerpo translúcido, salpicado de anillos de diferentes tamaños. Dentro, un órgano rojo brillante (posiblemente la cavidad gastrovascular). Un espectáculo fascinante para nuestros ojos. Una maravilla de la naturaleza en su máximo esplendor.

En realidad se trata de una medusa. Una tan rara que solo ha sido avistada en dos ocasiones en la vida.

El cómo es igual de sorprendente. Un buzo que se encontraba en la costa de Queensland, Australia, grabó una medusa enorme nadando junto a él. A las horas publicaba el vídeo en Facebook comentando que era más grande que una pelota de fútbol y nadaba «bastante rápido». Resulta que, según confirmaban algunos biólogos más tarde, se trataba de la Chirodectes maculatus (que significa «manchada» en latín), una especie de medusa extremadamente rara que se encuentra en Australia.

Esta especie fue descrita en 2005 por primera vez. Un equipo de científicos australiano dirigido por el biólogo Paul Cornelius consiguieron capturar un espécimen en 1997 al que llamaron Chiropsalmus y comentaron en aquel artículo su reticencia a diseccionar al animal, así que solo hicieron observaciones externas. Sin embargo, un año después, la científica Lisa-Ann Gershwin publicó un estudio sobre este organismo y lo trasladó oficialmente al género Chirodectes, donde fue aceptado. | @xataka