¿A vosotros os parece justo?

La relación deportiva entre la transexualidad -en este caso, el paso del género masculino al femenino- y el deporte lleva mucho tiempo apuntando hacia un conflicto latente que probablemente pronto se convierta en una polémica de primera magnitud. El caso de Caster Semenya, aunque no corresponda plenamente a ello, apunta el motivo: las ventajas competitivas derivadas de un físico básicamente masculino, dado que las competiciones están normalmente divididas en categoría masculina y femenina a causa precisamente de las diferencias físicas entre uno y sexo. | @marca