Los días previos a la Navidad de 1962 nada hacía prever la nevada que ocurriría. Una semana antes, el anticiclón de las Azores estaba muy reforzado con presiones en su centro de 1030 hPa y con una cuña anticiclónica que se extendía sobre la península Ibérica . En este marco sinóptico, las temperaturas subieron de forma notable y alcanzaron valores superiores a los normales para la época del año.

Ahora bien, el día 22 el anticiclón se debilitó a nuestras altitudes y se formó uno nuevo en el norte de Europa, que llegó a presiones de más de 1040 hPa, con una masa muy fría a niveles bajos a aquellas latitudes. Con esta configuración sinóptica, el flujo de viento sobre Cataluña pasó a ser del norte favoreciendo la llegada de la masa fría continental. A partir del día 23, el anticiclón fue extendiéndose hacia los países más occidentales, el viento giró a componente norte y este, y la advección fría se hizo más notable.

A 1400 metros la temperatura se mantuvo en torno al -8 °C, 12 °C por debajo del valor medio, entre los días 24 y 25. En la zona del Mediterráneo occidental se formó una baja que acabó por profundizarse entre Cataluña y las islas Baleares, con presiones de 1012 hPa. Esta baja reforzó el viento de componente norte y este a superficie y favoreció la entrada de una masa muy húmeda, principalmente en el litoral y prelitoral centrales, donde las nevadas fueron más importantes. Al mismo tiempo, a niveles altos la baja situada en el noroeste de Italia se trasladó hacia nuestras longitudes y se situó sobre Cataluña.

El día 25, tanto la baja como el anticiclón, empezaron a debilitarse ya retirarse hacia el este y una baja situada al oeste de Portugal reforzó los vientos de componente sur, que subieron las temperaturas que en días posteriores volvieron a situarse por encima de la media de un mes de diciembre.

La situación sinóptica descrita generó unas excepcionales condiciones meteorológicas. Si bien buena parte del Principado recibió la visita de la nieve ese día de Navidad, la configuración de los centros de acción favoreció que la caída de temperatura y los mayores espesores de nieve se concentraran en la parte del litoral y prelitoral centrales.

Las comarcas del Vallès Oriental, Vallès Occidental, Maresme, Barcelonès y Baix Llobregat concentraron las acumulaciones más destacadas, superiores a los 80 cm en muchos casos.

Entre éstos destacan los 110 cm de Martorelles, 102 cm en Vilanova del Vallès, y 100 cm en Castellterçol, Granollers, Llinars del Vallès y el Turó del Home (Vallès Oriental).

También las comarcas de la Selva, el Baix Empordà, el sur de Osona y del Gironès, el Bages y la parte oriental del Alt Penedès y el Anoia acumularon espesores que rondaron los 40 o 50 cm, mientras que los espesores varieron ir disminuyendo hacia el Pirineo, y hacia las comarcas de Ponent y del sur. De hecho, en las comarcas del Montsià y del Baix Ebre no hay constancia de que se registrara el fenómeno de la nieve en el suelo.

En cuanto a la temperatura, se alcanzaron valores gélidos en buena parte del país. Las zonas afectadas por la nevada fueron las que registraron una temperatura claramente inferior a la media, especialmente los días 26 y 27, cuando la temperatura estuvo por debajo de los 0 °C durante todo el día. En puntos del litoral central la temperatura mínima alcanzó -5 °C, y en la plana del Vallès se alcanzaron los valores más bajos, con una temperatura mínima que estuvo alrededor de los -10 °C en muchos lugares, y en algunos puntos como Llinars del Vallès o Cardedeu se rozaron o superaron los -15 °C.

@MariusLacatus

Extra:

@lugaresdenieve