La secuencia ocurre en un restaurante de Japón, donde un cheff prepara con maestría una pieza de carne. Por supuesto, no es una carne cualquiera, se trata de la denominada como Olive Sanuki Wagyu, la misma que se conoce como el bistec más raro del planeta, apelativo que se ha ganado de forma más que justa.
Para empezar, se calcula que existen únicamente alrededor de 2.200 cabezas de este ganado específico en el mundo. Además de eso, solo unos pocos se cosechan cada mes para su carne.
La razón de su peculiaridad reside en que las vacas, criadas en la prefectura japonesa de Kagawa, son alimentadas con una dieta especial de paja de arroz Inawara, centeno italiano y pulpa de aceituna prensada. ¿Aceitunas? Así es. El método se origina en Shodoshima, la segunda isla más grande del Mar Interior de Seto, donde la fruta ha estado creciendo desde 1908.
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