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Abordar la cuestión de cómo seremos los humanos en el futuro no es precisamente fácil. Pero parece que una conclusión evidente es que la mezcla entre razas irá cada vez en aumento. La Oficina del Censo de Estados Unidos estima que en el año 2060 los blancos no hispanos dejarán de ser la mayoría en los Estados Unidos.
La clave: El mestizaje
En este escenario el reto de visualizar cómo pareceremos en el futuro (en un futuro no mayoritariamente blanco) lo abordó la revista National Geographic en el mes de noviembre del pasado 2013, en el marco del 125º aniversario de la publicación.
La revista le pidió a Martin Schoeller, un reconocido artista y fotógrafo especializado en retrato, que capturara los rostros de la mezcla de razas actual, en este caso particular de Estados Unidos.
El resultado no fue un intento de combinar capas usando Photoshop sino un compendio de fotografías de personas reales de hoy, que podrían ser el “promedio”, según las estimaciones de la Oficina del Censo, en el año 2060. Al menos para los Estados Unidos.
Según National Geographic “con el multiculturalismo en aumento y las diferencias raciales entre los habitantes del planeta Tierra, la humanidad se mezclará cada vez más”.
Explica además que “a este proceso científico se le conoce como “ascendencia mixta” y dará lugar a una o más razas nuevas a las ya conocidas, incluso la desaparición de algunas”. | @culturainquieta
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Antes de ello, el medio que ha publicado la información, Toll Free Forwarding, afirma que el «uso constante de teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles y otra tecnología» son las grandes razones de que nuestro cuerpo vaya a cambiar tanto. Ahora sí, os mostramos los rasgos que presentan los humanos del futuro.
1. Encorvados
Primero, los seres humanos del futuro tendrán joroba. «El diseño y los hábitos típicos de los usuarios de los objetos tecnológicos modernos, como los teléfonos inteligentes y los monitores de ordenador, tienen un impacto significativo en la forma en que nos sentamos y estamos de pie», explican. De esta manera, nuestros descendientes serán más encorvados que nosotros.
2. Garras en lugar de manos
«Una condición acuñada recientemente, la ‘garra de texto’, ocurre después de sostener constantemente el móvil, curvando los dedos alrededor en una posición antinatural durante largos períodos de tiempo», afirma el artículo. Según el medio, este cambio » está causado directamente por el uso de un dispositivo tecnológico en particular: el teléfono inteligente».
3. Codo de 90º
‘Mindy’ ofrece otra modificación en consecuencia de la utilización frecuente del teléfono móvil, el codo con ángulo de 90º. «También conocido como ‘codo de teléfono inteligente’, se debe a la posición típica del brazo al sostener y usar teléfonos inteligentes, ya sea para uso general o para sostenerlos junto al oído durante las llamadas telefónicas», señalan.
4. El cráneo aumenta pero el cerebro disminuye
Respecto a la parte que dirige y que manda sobre todo el cuerpo, el ser humano del año 3.000 estará compuesto por un cráneo más grande pero, al mismo modo, tendrá un cerebro muy pequeño. «Es posible que desarrollemos cráneos más gruesos, pero si hay que creer en una teoría científica, la tecnología también puede cambiar el tamaño de nuestros cerebros», dice la noticia.
5. Cuello más grueso
Por su parte, el cuello también notará cambios evidentes. «Volviendo a la postura de ‘Mindy’, los efectos de la tecnología en el cuello también han dado lugar a una nueva condición, acertadamente llamada ‘cuello tecnológico'», en otras palabras, que el cuello se vuelve más grueso y con más anchura.
6. Nuevos párpados
Las pantallas causan dolores de cabeza, fatiga visual e incluso ceguera», expresan los investigadores. «Los humanos pueden desarrollar un párpado interno más grande para evitar la exposición a la luz excesiva, o el cristalino del ojo, puede desarrollarse evolutivamente de modo que bloquee la luz azul entrante, pero no otras luces de alta longitud de onda como el verde, el amarillo o el rojo», indica Kasun Ratnayake, de la Universidad de Toledo (Ohio, EE UU).