El mundo del arte atendía con expectación el resultado que obtendría el plátano de Maurizio Cattelan (1960) y si acabaría aguantando con tesón la subasta que se celebró anoche. Y lo hizo satisfaciendo las expectativas que siempre genera este artista superdotado para la provocación.
La pieza en venta, titulada Comediante (2019), da para muchas bromas y juegos de palabras. Es algo que forma parte de su naturaleza satírica. Para empezar, lo que se vende no es un objeto, sino una idea certificada como original por el artista que pretende mediante el humor responder a la vieja pregunta de cuáles son los límites del arte. ¿Un plátano pegado con cinta adhesiva a la pared lo es? Desde el urinal volteado de Marcel Duchamp, sabemos que sí. ¿La pieza de Cattelan es una buena obra de arte? Para el joven criptoinversor chino que la ha adquirido, sin duda. Los 5,8 millones de euros que ha pagado por ella, tras impuestos, así lo atestiguan. | @elmundo
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