La ciudad de Nueva York fue testigo de la asombrosa cifra de 1.814 homicidios en 1980, que es tres veces la cantidad de hoy.

Al mismo tiempo, el crack y la heroína infestaron la ciudad densamente poblada, lo que aumentó aún más la tasa de criminalidad.

Los residentes huyeron en cantidades récord y la mala gestión del gobierno causó la casi bancarrota de la ciudad.

El metro de la ciudad incluso fue calificado como el lugar más peligroso de la Tierra, con un promedio de 250 delitos cada semana.

Para empeorar las cosas, la tasa de desempleo llegó al 10,8 por ciento, la más alta de la era posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Al mismo tiempo, la policía de Nueva York se redujo a solo 22.000 agentes, frente a los 34.000 de una década antes

El fotografo Miron Zownir fue arrestado, golpeado con bates de béisbol e incluso disparado, pero aún así logró capturar imágenes impactantes del núcleo podrido de la Gran Manzana.

Sus imágenes sombrías están muy alejadas de la lujosa ciudad de la fiesta ahora conocida por su estilo, estatus y la escandalosa riqueza de aquellos que tienen la suerte de vivir en sus imponentes rascacielos.

Un hombre sin hogar levanta los puños preparándose para la pelea en Manhattan