Por un lado reforzar los protocolos médicos de detección de la violencia de género, tanto en la atención primaria, como en las áreas de ginecología o psicología, por ejemplo. Por otro, mejorar la herramienta de valoración y prevención del riesgo policial, un protocolo conocido como Viogén, que consiste en un algoritmo que determina la probabilidad baja, media, alta o extrema de que una mujer sufra violencia de género. Hasta ahora esta predicción se realiza sólo con el testimonio de las mujeres que denuncian esta violencia. En el futuro, explica Rosell, esta valoración debería incluir datos del agresor, así como compartir datos sobre éste, que están dispersos en distintas Administraciones que hasta la fecha no se comparten ni se vuelcan en Viogén para realizar el diagnóstico. | @publico