El año pasado, tras perder en una máquina de gancho, un residente de Tokio amenazó con gas venenoso a la empresa que gestionaba el espacio recreativo de Tokyo Arcade. Tras enviar repetidas cartas amenazantes, acabó confesando: «Invertí mucho dinero en ese juego y me cabreé porque nunca cogí nada». También el pasado otoño otro japonés llamó a la policía tras perder 200 veces en el mismo juego pero en otra tienda. Para investigar si se trataba o no de una estafa, los agentes le pidieron al personal que intentaran sacar el peluche. Fallaron otras 300 veces. | @xataka
así era un día de playa en 1899… pic.twitter.com/jKgEj6eEoG
— MΛRC VIDΛL (@marcvidal) June 25, 2021