Es que se pasan…

Brenda Moulton y su hija Kaylea pasaban unos relajados días de vacaciones en la isla griega de Mykonos. Un día, paseando por la playa de Platis Gialos (famosa por sus costosos hoteles y restaurantes de lujo), entraron a tomar algo al DK Oyster Bar tras la insistencia de uno de sus empleados: “¡Siéntense aquí! ¡Siéntense aquí!”, les dijo.

Madre e hija, sedientas y con algo de hambre, pidieron un mojito cada una y un plato de patas de cangrejo que disfrutaron tranquilamente, hasta que llegó el momento de pedir la cuenta y ver asombradas que el gasto de su consumición ascendía a 560 dólares (524 euros al cambio). A esta desorbitada cantidad, el local sumaba una propina obligatoria de otros 86 dólares (80 euros). En total, un monto a pagar de 646 dólares (604 euros).

Moulton se negó a pagar la desproporcionada factura y le dijo a uno de los camareros que “dos mojitos y dos patas de cangrejo no pueden sumar más de 600 euros”, dijo en declaraciones al periódico griego θEMA.

«No volverás a tu país»

En ese instante, el empleado del restaurante comenzó a amenazarla asegurando que si no abonaba la cuenta no podría regresar a Estados Unidos. “Entonces me dijo, textualmente: ‘Voy a llamar a la policía. Te retendrán aquí y no volverás a tu país. Podemos encontrar fácilmente dónde vives’”, aseguró Moulton. | @elconfidencial

Aquí sus precios…

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Anda que la empresa también…

‘Cuatro al día’ ha charlado en directo con Raquel, una joven de Murcia que después de pasar todas las entrevistas y conseguir un trabajo, el día antes de incorporarse a al puesto en un almacén de frutas, tiene que probarse el uniforme de trabajo y al no haber de su talla, es despedida. | @cuatro

Hombre sin hogar se ahoga en un lago de EE.UU. sin que la policía lo ayude: “No voy a saltar por ti”

 

Una persona sin hogar se ahogó en Estados Unidos bajo la mirada de policías que no le prestaron ayuda, según imágenes y una transcripción publicada el lunes por autoridades.

Los agentes fueron llamados el 28 de mayo en la madrugada cerca del lago artificial de Tempe, en Arizona, debido al “ruido” provocado por el hombre después fallecido y su compañera.

Después de hablar con la pareja, los policías se acercaron al “habitante de calle”, Sean Bickings de 34 años, para interrogarlo a su vez, según un comunicado de la ciudad.

Tras algunos minutos, Bickings saltó por encima de la barda que protege el lago y bajó hacia la superficie del agua. Los agentes le indicaron que no tenía derecho de bañarse en el lago, pero el treintañero de todas maneras nadó hacia una zona debajo de un puente.

Las imágenes se interrumpieron entonces, ya que la ciudad consideró que el resto del video era demasiado “sensible”, pero entregaron una transcripción de audio.

“¿Qué vas a hacer ahora”, le pregunta un oficial. “Voy a ahogarme. Voy a ahogarme”, indica Bickings, según la transcripción. “No”, le contesta el oficial.

Un segundo policía pide entonces al hombre nadar hasta una de las columnas del puente y amarrarse a ella.

“No puedo, no puedo”, grita Bickings. “Ok, no voy a saltar por ti”, le advierte el segundo oficial.

Según el resto de la transcripción, los policías siguieron insistiendo para que el hombre logre salvarse solo, rechazando los esfuerzos de su pareja que implora ayuda.

“¿Me escuchan?”, son las últimas palabras atribuidas a Bickings.

Más tarde, uno de los policías anota que “no ha subido a la superficie desde hace unos 30 segundos”. Su cuerpo fue finalmente recuperado al terminar la mañana.

Los tres policías fueron suspendidos mientras llegan los resultados de varias investigaciones lanzadas por las autoridades, indicó la ciudad, que anunció su intención de publicar en los próximos días cámaras de otros agentes. | @elcomercio