La sal del Himalaya no proviene del Himalaya. Se extrae de las profundidades de las montañas de Pakistán en la mina de sal de Khewra. Las rocas rosas se transforman en sal de mesa, lámparas y estatuas, y se venden con recargo en los países occidentales. Sin embargo, a pesar de la creciente popularidad de la sal rosa en el extranjero, Pakistán no ha obtenido muchas ganancias.