Con dos ovarios, enhorabuena

Patricia Rodríguez Rubio es la mujer notaria más joven de España. Un hecho extraordinario que ha conseguido hace tan solo unos meses. Tiene 24 años y aunque nació en Alicante, con 6 añitos llegó a Salamanca, la que ha sido su hogar y donde ha crecido y estudiado, por lo que, como ella misma afirma, “soy salmantina”.

¿Cómo empezó tu interés por la notaría?

 

 

Se remonta a bachillerato. No tenía nada claro a qué me quería dedicar y lo pasé verdaderamente mal. Me decidí por derecho por una decisión más racional que otra cosa, por las salidas que tenía. Sin embargo, durante los cuatro años de grado descubrí que el Derecho Civil y el Derecho Privado me interesaban y gustaban muchísimo. En cuarto vivó una de las crisis existenciales más importantes, porque no tenía claro por dónde tirar. Me puse a buscar oposiciones porque siempre tuve claro que quería opositar, me gusta estudiar y quería seguir haciéndolo, y como me gustaba tanto el derecho civil descubrí las oposiciones de notaría. Antes de la decisión, una mañana acudí a la notaría de una amiga de mi madre para ver cómo era su trabajo. Me encantó. Salí feliz, con una sensación imposible de explicar. Descubrí que eso era lo mío, me enamoré de la profesión y supe que había encontrado mi lugar. | @salamancartvaldia

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El negocio de Tinder

Han sido muchas las empresas que han tratado de rentabilizar el amor, pero ninguna tan exitosa como Tinder. Con cada pareja que se forma Tinder pierde no uno, sino dos clientes y eso es una tragedia para su negocio. El escenario donde la app más rentabiliza es cuando estás ligeramente insatisfecho. Allá por el 2012, la app resultaba exitosa para conocer personas con relativa facilidad, pero enseguida vieron que podrían rentabilizar el negocio haciendo más costoso hacer un match, y es por ello que sacaron las versiones premium.

Por curiosidad, ¿qué coches tenéis? ( ͡° ͜ʖ ͡°)

La relación entre el pene pequeño y los coches deportivos

En este estudio participaron 200 hombres con edades comprendidas entre los 18 y los 74 años, ninguno de los cuales sabía exactamente en qué consistía la investigación. Lo que se les dijo es que tenían que hacer una prueba en línea para evaluar su capacidad para recordar hechos mientras compraban diferentes productos.

Así, se les expusieron distintos ítems que podían elegir para comprar y, a la vez, se les contaron datos de cultura general que tenían que memorizar. Unos eran reales y otros no, aquí está la trampa.

Entre los productos había coches de diferentes tipos, incluyendo coches deportivos. Y justamente antes de que apareciese uno en la lista de productos, el dato que tuvieron que recordar es el tamaño medio del pene de los hombres. A algunos de los participantes se les dijo que dicha cifra está en los 18 cm. Otros, en cambio, escucharon que la media es de 10 cm. En realidad, esta es una cifra que depende de muchos factores; pero, en general, dependiendo de la región, suele estar en medio. Por lo tanto, a unos se les dio un número muy por encima y a otros algo por debajo.

El objetivo era que los que escucharon que se trataba de 18 cm pensasen que estaban por debajo de la media, aunque no fuese así. Los otros, en cambio, pensarían que estaban por encima.

Y aquí llega la parte curiosa: aquellos que creyeron estar por debajo de la media fueron más propensos a sentirse atraídos por la compra del coche deportivo. Mientras tanto, los que no creían tener un pene pequeño, no mostraron ese mismo interés. Esto pasó en todos los grupos de edad, pero especialmente en los menores de 30 años.

Yo viendo a Piqué…