«Ya no lo hago para mí, sino por las chavalas que vendrán en el futuro, para que no tengan tantas trabas. Si no luchamos y lo cambiamos nosotras, no lo va a hacer nadie». Habla una agente de la Unidad de Tráfico de la Ertzaintza con 20 años de servicio. Fue una de las cuatro únicas mujeres que superaron el exigente curso para entrar en Berroci y trabajó como escolta del Gobierno vasco. También pasó por la Brigada Móvil, otra de las unidades que exigen una excelente condición física. Sin duda, ella la tiene. Es motera en su tiempo libre. Conduce una ‘Triumph 900 GT’. Y desde 2017 accedió a la especialidad de tráfico. Para ello, tuvo que superar el curso de seguridad vial, que se realiza en la academia de Arkaute. En una primera fase utilizan motocicletas de monte y después prueban las que luego van a usar en la carretera, más voluminosas. No tuvo ninguna dificultad para aprobar. | @diariovasco