Muy triste

«Cada intento de prohibir un libro de uno de estos grupos representa un ataque directo al derecho constitucionalmente protegido de toda persona a elegir libremente qué libros leer y qué ideas explorar», continuó Caldwell-Stone. «La elección de qué leer debe dejarse al lector o, en el caso de los niños, a los padres. Esa elección no pertenece a los autoproclamados policías del libro». | @abc

Liadica

«Estoy tratando de localizar al padre de mi hijo». Estas son las palabras de Sarah-Jayne Snow, una joven británica que estuvo el año pasado de vacaciones en Tenerife.

Sarah contó que estaba «muy borracha» y que tuvo «un lío de una noche» con un joven en la playa. “Sé que tenía 19 años, pero no entendí su nombre. Además, no nos dimos los teléfonos, solo recuerdo que trabajaba en el centro comercial Braehead en Glasgow”, indicó.

La británica recalcó que la relación fue “algo consensuado entre dos adultos borrachos” y que “adrede” no se intercambiaron los teléfonos, aunque todo cambió al conocer su estado: “Cuando descubrí que estaba embarazada supe que tenía que intentar encontrarlo. Puedo cuidar a mi hijo sola, pero no quiero que se sienta como si no supiera quién es su padre. Todo lo que quiero es que el papá y su familia sepan para que si quieren participar, puedan hacerlo”. | @laprovincia