La pesadilla para alquilar un piso…

“Alquilar es como una yincana, porque ya no es ver pisos hasta encontrar uno que te encaje y puedas pagar. Tienes que cumplir cada vez más requisitos”. Juan Carlos ha encontrado uno “a un precio razonable y a cinco paradas de Metro del centro de Madrid” para vivir con su pareja. “Hemos tenido que pasar una especie de casting y el examen de solvencia de una aseguradora”, asume.

Una señal por ver un piso

José ha estado siete meses buscando piso en Madrid. “Lo más llamativo fue cuando me pidieron que adelantara una señal solo por ir a ver uno. ¿Y si luego no me gustaba?”, se pregunta.  No se lo solicitó una agencia, sino un particular que había colgado un anuncio en un portal inmobiliario. “Me lo dijeron cuando escribí y me sonó muy raro. Pedían que el día de la visita llevase una señal. No sé si era un timo, pero no fui a verlo”.

En su yincana, José recibió más peticiones para poder entrar entre los candidatos a alquilar inmuebles. “Vi uno en la zona [de Madrid] que más me interesaba, pero me ponían la pega de que preferían una pareja, porque son dos nóminas y eso les da más seguridad de pago. Y me pedían recoger por escrito que yo tuviese que correr con todos los gastos, por ejemplo si se estropeaba un electrodoméstico. Les llegué a mandar mi contrato y mis nóminas y, al día siguiente, me llamaron porque tenían una pareja que pagaba más”. Al final, encontró piso a través de un conocido.

Isabel también relata su experiencia. No es su nombre real, porque prefiere no dar el suyo. Vio el piso en un portal, que anunciaba una inmobiliaria. “Cuando llamé, ya fueron claros. Si me interesaba tenía que dar una señal y, si me lo quedaba, si la propietaria decía que me quería como inquilina, me lo descontaban de la primera mensualidad”. “Me lo quedé porque encajaba con el perfil que buscaba la dueña, que quería una mujer con trabajo estable, que se lo cuidara. Pero, si no se decidía por mí, me tenían que devolver esa señal, ese adelanto. Nunca me había pasado y tampoco sabía cómo reaccionar porque no quería perderlo”.

En ese listado de peticiones en aumento también figura la exigencia de ver la vida laboral de los potenciales inquilinos y que estos garanticen su solvencia económica, tanto con avales como a través de los seguros que dan cobertura a las situaciones de impago.

“En nuestro caso, hemos alquilado después de la Ley de Vivienda y llevábamos buscando bastantes meses”, asegura Juan Carlos. “Pasamos el filtro de un seguro, que comprobó si somos solventes y, con las dos nóminas, lo somos. Al final es como desnudar tus finanzas a una empresa con la que tú no tienes relación, porque tú no la eliges, es la propiedad”. | @eldiario

Deja una respuesta

Le salió caro el polvete

En sus declaraciones, la víctima refirió haber contratado los servicios sexuales de una mujer y que una vez personada esta en su domicilio le facilitó sustancias estupefacientes que tras su consumo le provocaron mareos y anularon su capacidad de actuación llegando incluso a perder la conciencia.

En ese momento, la presunta autora junto a otra mujer que posteriormente también acudió a la vivienda, comenzaron a defraudar dinero de la cuenta del denunciante. Para ello hicieron numerosas transferencias y transacciones mediante la plataforma de pagos móviles a diferentes cuentas y líneas telefónicas, utilizando su identificación facial en su terminal telefónico ya que el mismo se encontraba prácticamente paralizado debido a que habían logrado anular su voluntad.

Al día siguiente, cuando la víctima logró recuperar la conciencia, se percató de que se habían realizado sin su consentimiento un total de 20 transferencias, ascendiendo a un importe de 9.800 euros. | @abc

¿Estáis de acuerdo?

Santander (EFE).- Una docena de huevos, más de un kilo de patatas y “muchísima” cebolla cocinada hasta dejarla casi caramelizada formulan el “secreto” de la tortilla del restaurante Cañadío de Santander, reconocida como la mejor de España.

No esconden su fórmula, pero dicen que es fruto de un “método”, “muchísima disciplina” y cocinar “con ‘cariñín”, según explican a EFE el cocinero jefe del restaurante, Pedro José Román, y la propietaria, Teresa Monteoliva. | @efe

Radiografía del putero español

El perfil mayoritario del consumidor de sexo de pago (el conocido como putero) en España es un hombre de entre 45 y 54 años (49,5 de media), residente en la Comunidad de Madrid y con un cierto gusto por las prostitutas transexuales (el 30,16% ha pagado por ellas). Así se desprende del informe de la plataforma Escort Advisor, elaborado en base a sus datos internos.

Más puteros en Madrid y Barcelona

El porcentaje de usuarios de la página Escort Advisor con respecto al total de población masculina (de 18 a 75 años) varía significativamente de una provincia a otra. Madrid tiene el porcentaje más alto, con un 27,01% sobre 648.152 habitantes, seguida de Valladolid (17,01%) sobre 32.134, Barcelona (15,92%) sobre 330.454, y Zaragoza (15,59%) sobre 55.210. Le siguen Baleares, Vizcaya, Valladolid, La Coruña, Alicante, Murcia y Pontevedra. Por ese orden.

A pesar de la mayor presencia de consumidores de sexo de pago en algunas provincias, como las anteriormente mencionadas, sorprende el número de escorts por cada 1.000 habitantes de provincias como Lugo (4,83), Baleares (4,16) o Almería (4,06), frente a las 2,11 y 2,05 de Barcelona y Madrid, respectivamente. En la cola se sitúan Melilla(0,98) y La Rioja (0,64). | @theobjective