[…] Cansancio, sudoración, boca pastosa, aumento de la frecuencia cardíaca, náuseas, mareos, un intenso dolor de cabeza, malestar general… Todos estos y alguno más son los síntomas más evidentes de la resaca, el mal trago que se pasa después de una noche de borrachera. Un mal pasajero, pero terrible, para el que existen múltiples y variados remedios, pero solo uno verdaderamente eficaz: no abusar del alcohol. O quizás no sea tan pasajero, porque un tribunal de Frankfurt (Alemania) acaba de dictaminar que la resaca es una enfermedad, ya que provoca cambios «en el estado o en la actividad normal del cuerpo», aunque sean «pequeños o temporales». […]