¿Qué te parece? En Australia no se andan con chorradas…

Este mes de agosto se ha conocido la resolución (al menos para el coche) de un caso que tuvo lugar en enero en las carreteras del estado de South Australia. Un conductor novel protagonizó una de las infracciones por exceso de velocidad más ‘bestias’ de los últimos tiempos.

El conductor en cuestión fue detectado en una autovía de Adelaidacirculando a 253 km/h con un Holden Commodore SS V8. Se trataba de un joven con el permiso recién obtenido (portaba incluso la L) de 20 añosde edad y, además de la velocidad excesiva (143 km/h por encima del límite de la vía), también se le detectó «cambiando agresivamente de carril» en varias ocasiones. El joven fue detenido únicamente porque una avería en su coche le obligó a ello. Además, ya tenía antecedentes con actos similares.

Las autoridades australianas consideraron este hecho «completamente inaceptable», porque circular a esa velocidad puede tener consecuencias «catastróficas» para el resto de conductores. «No podemos tolerar esto», fue la conclusión a la que llegaron, y actuaron con la dureza que le permiten sus leyes.

Para empezar, ingresando en prisión, prohibiéndole ponerse a los mandos de un vehículo a motor en los próximos seis años, pero también tomando medidas drásticas… contra su coche.

Condenado a la destrucción

En estos casos, el castigo para los infractores puede ser confiscar su coche (y sacarlos a subasta o venderlos para obtener fondos que se destinan a labores benéficas)… o incluso destruirlo. Y esto último es lo que sucedió con el Holden: acabó desguazado y convertido en un bloque de hierros. | @marca

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