«No puedo soportarles»
«Odio a mi hija. Es tan parecida a mí que a veces no puedo soportarla. Hay días que me gustaría mandarla a paseo. Tiene 7 años».
«Detesto a mis hijos. Nunca me dejan tranquila y lo único que quiero son mimos».
“¿Otra se arrepiente de haber tenido un hijo? Yo amaba mi vida anterior. Mi marido quería un niño y lo pospuse durante mucho tiempo sabiendo que no era mi vocación”.
No les soporto. No importa cuántas veces les intente enseñar algo, no lo entienden, carecen de todo intelecto
«Sé que es horrible decir esto, pero odio a mi hija y a mi hijo. Les doy todo lo que quieren y parece que nunca es suficiente. Debería haberlos dado en adopción».
“No soy una persona a la que le gusten los bebés y la dependencia de mis hijos hacia mí me resultó muy difícil. Así que volví a trabajar tan pronto como pude y encontré a alguien para que cuidara de los niños”.
“Tengo dos gemelos de 10 meses y odio mi vida”.
«No les puedo controlar»
«Odio a mis hijos. Sé que debería amarlos, pero no puedo controlarles. Y detesto esta parte de mí misma. No es que quiera controlarlos, solo quiero que me respeten y que acepten nuestras diferencias. Fallé».
«Detesto a mis hijos. Actúan como unos tiranos, y no tengo idea de dónde están aprendiendo ese tipo de comportamiento. No tienen respeto alguno».
«No soporto a mis hijos. No importa cuántas veces les intente enseñar algo, no lo entienden, carecen de todo intelecto. Si pudiera volver atrás en el tiempo nunca hubiera sido madre».
Aborrezco a mi hijo. Siento que me ha metido en una vida que yo nunca quise. No recuerdo la última vez que fui feliz
«Algunas veces odio a mis hijos por su incapacidad para seguir órdenes, y eso me hace sentir como una madre horrible».
«Aborrezco a mi hija. Se comporta terriblemente mal y solo hace cosas estúpidas. No quiere escuchar y raramente es cariñosa, y eso que siempre le he dado y le doy todo».
«A veces mi hijo me asquea. Desde el divorcio se volvió muy rebelde, ya que se puso de parte de su padre completamente. ¿Qué he hecho mal?».
«Odio a mis hijos. Tienen 12 y 9 años, y son sumamente irrespetuosos con los adultos. Intento educarles, pero solo recibo respuestas soeces. Acabo de quitarles todos los juguetes y de decirles que este año puede que no haya regalos de Navidad»
«Quiero ser quien era antes»
«Me duele confesar esto, pero realmente aborrezco a mi hijo. Siento que me ha metido en una vida que yo nunca quise. No recuerdo la última vez que fui feliz».
«Odio a mis hijos en secreto. Arruinan todo y afectan a mi relación de pareja. No hay día que no esté arreglando cosas que han roto».
«Odio en secreto a mi hijo. Por su culpa cada día estoy más gorda y calva».
No puedo con mis críos. Probablemente porque me recuerdan a mi exmarido, y eso me produce náuseas
«En ocasiones detesto a mis hijos y pienso que ojalá nunca los hubiese tenido. Desde que nacieron no me han aportado nada bueno, solo estrés. Me siento una madre horrible por sentir esto».
«Hay días que no puedo con mis críos. Ellos arruinaron la relación de pareja que teníamos su padre y yo. Las cosas iban bien y éramos muy felices, hasta que ellos llegaron al mundo».
«A veces siento que no puedo con mis críos. Probablemente es porque me recuerdan a mi exmarido, y eso me produce náuseas».
Amaba mi vida anterior. Mi marido quería un niño y lo pospuse durante mucho tiempo sabiendo que no era mi vocación
“Mi hija tiene ahora 12 años y las cosas son más fáciles según va haciéndose mayor, pero a veces la miro y deseo que no hubiera nacido nunca. Soy una madre soltera y desde el momento en que la comadrona me la entregó no viví ese amor inmediato del que tanto habla la gente. Todo lo que sentí fue el enorme peso del arrepentimiento”.
“Adoro a mis hijos, pero yo no estaba preparada para el esfuerzo de los primeros años. Parece que nunca terminara. Estoy cansada, rota y me siento aislada. Desería tan solo haber pensado más antes de embarcarme en este viaje a la maternidad”. | @elconfidencial