Al llegar la policía, la pareja aseguró que esa era la manera segura de dejar a su hija. La niña presentaba signos de insolación y hambre. En el momento de la detención se les incautó 200 pastillas de rivotril, una botella de alcohol, marihuana, una botella de poper y varias pastillas de éxtasis.
Ya tenemos a los padres del año, supongo.