Esto es un tema delicado, ¿vosotros cómo veis lo de tomar pastillitas para la depresión?

Yo estoy de acuerdo con lo que dice Raül Andero, lo ideas es combinar psicoterapia y farmacología. No estaba muy familiarizada con el tema este de los psicólogos y enfermedades mentales, hasta que no ha llegado a mi familia. A mi tía le han diagnosticado depresión crónica, tiene 43 años y solo ahora ha hablado del tema y ha ido a un psicólogo. Nos hemos quedado helados cuando nos dijo que tiene depresión desde que era muy muy muy jovencita. Siempre ha sido muy alegre y positiva, pero eso es lo que ella quería transmitir, la realidad era muy diferente. Ahora está tomando pastillas y bueno… está algo mejor, pero ¿es algo que ahora tiene que tomar de por vida? No sé, es una enfermedad muy puta.

P. ¿Podría haber una pastilla para después de un episodio traumático?

R. La idea general sería combinar psicoterapia y farmacología. Los fármacos que hay ahora en salud mental, para trastornos siquiátricos no neurológicos, son los ansiolíticos, para tratar la ansiedad, y los antidepresivos. Estos fármacos se focalizan en receptores que están expresados en casi todo el cerebro. A veces funcionan y otras es como conducir un coche apretando a la vez el acelerador y el freno. El fármaco activa un área e inhibe otra, porque los receptores hacen cosas diferentes en distintas zonas. Son poco específicos. Esto no quiere decir que haya que hacer cambios en los tratamientos; hay que seguir haciendo lo que diga el psicólogo o el psiquiatra. Lo que queremos desarrollar son fármacos que, por ejemplo, vayan más dirigidos a las neuronas y a las áreas cerebrales que queremos y no a todo el cerebro, como suele pasar con los fármacos que hay ahora. | @elpais

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Más de la mitad de los españoles de entre 15 y 29 años asegura haber sufrido problemas psicológicos o psiquiátricos en el último año. El 24,9% ha consumido psicofármacos en el último año y uno de cada tres chicos y chicas (35,4%) ha experimentado ideas suicidas. Éste es el panorama sombrío sobre la salud mental de los jóvenes que dibuja el Barómetro Juvenil. Salud y Bienestar que ha realizado la Fundación Mutua Madrileña y Fundación FAD Juventud con entrevistas a más de 1.500 personas. La mitad de quienes reconocían sufrir algún problema no han pedido ayuda profesional. «Las enfermedades mentales son un estigma social, los jóvenes sienten vergüenza y no reconocen que pueden padecerlas», explica Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña.

Los especialistas encuentran «alarmante» que uno de cada tres jóvenes haya pensado, al menos una vez, en el suicidio. Con un antes y después de el Covid-19, el grupo de entre 15 y 19 años de edad «ha pasado de ser en el que menos ideas de suicidio tenía en 2019, a ser el segmento de jóvenes que más las experimenta y con mayor frecuencia» explica Anna Sanmartín, subdirectora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD.

LA ANGUSTIA DE LOS JÓVENES: TRISTEZA, DESINTERÉS Y FALTA DE CONCENTRACIÓN

La percepción que los jóvenes españoles tienen de su salud física y mental es peor que hace cinco años. Un deterioro que ya se observó en el Barómetro de 2019 y que la situación de pandemia no ha hecho más que prolongar. Ocho de cada diez jóvenes de entre 15 y 29 años reconocen haber experimentado síntomas de malestar emocional durante el último año. Los más frecuentes fueron: sensación de tristeza, poco interés en hacer las cosas y problemas de concentración.

Ante estos problemas psicosociales, «las mujeres tienen mayor prevalencia», concreta el director general de la Fundación Mutua Madrileña. Ellas experimentan en mayor medida la sensación de estar tristes, decaídas o desesperanzadas casi 20 puntos porcentuales por encima que ellos (ellas 66,3% vs ellos 47,6%).

MÁS DE LA MITAD DE JÓVENES CON PROBLEMAS SE AUTOMEDICA

Otro de los datos que disparan las alarmas de los expertos es el autodiagnóstico. El 56,4% cree haber sufrido problemas psicológicos, psiquiátricos o de salud mental en los últimos 12 meses. Sin embargo, casi la mitad de ellos (49%) no pidieron ayuda profesional, aludiendo principalmente motivos económicos (37,3%) y por subestimar o quitar importancia al problema pensando que lo podrían resolver solos (34%).

Un 36,2% declara haber sido diagnosticado alguna vez de un trastorno mental por un profesional sanitario. Los más frecuentes son la depresión y los trastornos por ansiedad, pánico o fobias, siendo la depresión más frecuente entre los más mayores, el grupo de entre 25 y 29 años. El consumo de fármacos sin receta está bastante extendido entre la juventud española. Así, más de la mitad de los jóvenes (53,7%) ha consumido medicamentos sin prescripción médica en el último año. De ellos, el 15% toma medicamentos de forma sistemática sin receta.

«AUMENTA EL CONSUMO DE SEDANTES ENTRE LA POBLACIÓN ESTUDIANTIL»

Por género y por edad, es algo mayor la proporción de hombres del grupo de los más mayores que asumen esta práctica. La encuesta no abarca qué tipo de fármaco es más frecuente entre los jóvenes, «lo que sí sabemos es que ha aumentado el consumo de sedantes entre la población estudiantil, ya sea porque se lo recetaron una vez y vuelve a consumir los sobrantes sin directrices médicas o por que los tiene de algún familiar en casa», concreta Cooklin.

Al ser preguntados por los problemas que más les preocupan de su generación, los jóvenes mencionan la precariedad laboral, el paro y los bajos salarios. Tres puntos que siempre han estado encabezando la lista y que tras la crisis sanitaria también se ha visto motivada que su mirada hacia el futuro no sea optimista y que solo dos de cada diez (21,4%) piensa que estos problemas mejorarán en el futuro.

De hecho, uno de cada tres (32,3%) opina que empeorarán y un 40% que seguirán igual. «El pesimismo es mayor en los chicos y chicas de mayor edad dentro de la franja estudiada», concreta Sanmartín. Además, «a los jóvenes le preocupan más los estudios o el trabajo y a los más mayores la situación económica», añade la subdirectora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD.

Las preocupaciones han aumentado este último año pero también los recursos para afrontar el estrés. La mayoría de ellos recurren a la actividad física para combatir la ansiedad, como también han aumentado las actividades divertidas o relajantes: leer, ver series, escuchar música, respecto al último año. | @elmundo

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R.I.P. la panadería esa… hehe

Una panadería de Parla ha desatado la polémica tras publicar en sus redes la fotografía de tres pasteles, con forma de tumbas, en cuyas lápidas se puede leer «Putin», «Sanidad» y «Ayuso». Un mensaje apoyado por algunos usuarios, incluidos miembros del Consistorio municipal, pero muy criticado por otros que han considerado ofensiva esta «campaña de márketing». | @elmundo