Que le ha dado un telele a Katy Perry 😵💫 pic.twitter.com/ZfYNiUfAkj
— 𝑫𝒂𝒓𝒌𝒐 🌙 (@Darkopopnews) October 24, 2022
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Por aquí por el norte hay tantos sitios maravillosos que no me da la vida para verlo todo. Llevo más de 10 años viviendo aquí y no he visto ni el 40%. Hay trillones de pueblecitos con mucho encanto, la costa vasca y vasco francesa… Si os mola ese tipo de turismo os recomiendo muchísimo explorar el norte de España.
Fue el primer ejemplo de fábrica-población de España, desarrollada en la segunda mitad del siglo XVIII por ingenieros militares franceses. Se trata de la Real Fábrica de Municiones de Eugi, en en el paraje de Olaberri, Navarra, cuyas ruinas perviven enmascaradas dentro de un denso bosque de hayas.
Medio millar de personas llegaron a ocupar un conjunto monumental de unos 10.000 metros cuadrados de extensión levantado en tiempos del rey Borbón Carlos III para fabricar cañones y armas ligeras de hierro, entre otras. Erigido en 1776, permanecería abierto hasta el año 1794, momento en el que fue destruido por los franceses en la guerra de la Convención.
Desde finales del siglo XVII, la Corona española había cedido el establecimiento al Marqués de Monterreal, José de Aldaz, quien fue beneficiario de una contrata para el suministro de municiones, fundamentalmente balas de cañón, para el ejército patrio.
Su abundante producción dio lugar a la construcción de un poblado anexo con escuela, centro médico y capilla. En Eugi la tradición siderometalúrgica hunde sus orígenes en la Edad Media, aunque no se descarta que fuera anterior y siempre ha estado unida al río, pues el funcionamiento de los hornos y pesados martillos necesitaban de la fuerza hidráulica que este aportaba.
La ferrería de la localidad navarra Eugi fue conocida desde finales del siglo XV. Anteriormente a la conquista castellana ya era reconocida por la realización en la misma de cascos, espadas o armaduras para los soldados del reino de Navarra.
La fábrica contaba con dos hornos de fundición en un mismo edificio, el de Santa Bárbara, que fue inaugurado en el año 1766 y tenía forma de pirámide truncada, y el horno de Santiago, de planta circular. Al lado de ellos se encontraba la carbonera menor.
El planteamiento fue concebido para crear una unidad autosuficiente, con funciones eminentemente industriales, pero que debía satisfacer además, necesidades residenciales, de orden, defensa y abastecimiento. El objetivo se logró.
Si se sigue el curso del río, las ruinas de las instalaciones continúan con la presencia de la carbonera mayor o de San Lorenzo, un edificio que podía acoger hasta 27.000 cargas de carbón.
En la Real Fábrica de Municiones de Eugi se hacían bolas de cañón, conocidas también como pelotas. Se sabe que las gentes del lugar las utilizaban en el pasado cuando las encontraban en el río para calentar la leche.
Ocho arcos de sillería canalizaban el río en donde se colocaban las ruedas hidráulicas para mover fuelles y martinetes y el recinto lo terminaba cerrando la Puerta de Francia. Desde allí un camino ascendía por entre el hayedo, paralelo al rio hasta alcanzar el puerto de Urkiaga.
La intensa actividad fabril de los primeros años, que requirió un gran consumo de carbón vegetal, comenzó a esquilmar el bosque circundante. A partir de 1773 se tomó la decisión de empezar a repoblarlo siguiendo la norma de plantar un árbol por cada uno que se talaba. En los siguientes dieciséis años se llegaron a plantar más de 250.000 ejemplares de haya, roble y castaño.
Antes de Carlos III, la fábrica estuvo situada en el paraje de Olazar y fue adquirida por Felipe II, quien se trajo para trabajar a armeros importantes de Milán. Elaboraron las armaduras infantiles de Felipe III y Felipe IV, consideradas entre las mejores del mundo y que en la actualidad se exponen en el Museo de Armería de Madrid. Aquí se conservan hasta ocho armaduras realizadas en Eugi a principios del siglo XVII.
En la actualidad, hoy día, puebla el silencio en los restos de la Real Fábrica de Eugi. Apenas quedan algunos de sus arcos y muros ocultos bajo la maleza. Sin duda, se trata de una importante muestra de la arqueología industrial del siglo XVIII. | @lugaresconhistoria
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— Fascinating (@fasc1nate) October 23, 2022
Yo aquí en España no conozco muchos casos, ya que casi todas las mujeres trabajan. Pero sé que en Ucrania (aunque ya está cambiando la cosa y hasta diría que hay más mujeres trabajando que hombres) algunos hombres les EXIGEN a sus mujeres que sean amas de casa. Esto pasa sobre todo con tíos que cobran bien, les gusta que la mujer se dedique a las tareas del hogar que haga la comida y que cuide a los niños. Pero qué pasa, que luego esos tíos se cansan de la mujer y se buscan una más joven y la mujer se queda literalmente sin NADA. Entonces en un caso así, sí que me parece justo lo de la compensación.
Mirad, en mi caso cuando conocí a Josu yo tenía 18 años. Empezamos a vivir juntos muy rápido y los dos sabíamos que queríamos tener un hijo. Pero claro yo no había terminado de estudiar y quería terminar los estudios antes. Pero Josu me ofreció tener al niño antes y después seguir estudiando y yo acepté. Luego con el tema del trabajo me ofreció llevar esta web «TresUbresDobles» porque su amigo que la llevaba tuvo trillizas y ya no podía seguir con la página. Yo no tenía ni pajolera idea de llevar un blog pero acepté también y hasta ahora xdxdxd. Entonces qué sale? Pues que tengo estudios pero cero experiencia laboral a no ser que cuente como experiencia laboral llevar un blog… Nadie me ha obligado ni me ha forzado, pero si Josu me deja por ejemplo, pues lo justo sería que no me deje SIN NADA. 150000€ me parece una barbaridad pero yo que sé con que no me echen de casa me vale. ¿Vosotros cómo lo veis?
Un total de 150.000 euros, así valora la Audiencia Provincial de León la compensación que debe cobrar una mujer por la dedicación en exclusiva a su casa y al cuidado de sus dos hijas durante los 22 años que duró su matrimonio, una actividad por la que dejó su trabajo en Telefónica. | @epe
Pero, sin duda, la medida más polémica es la que se aplica a una tasa que tendrán que pagar todas las personas que entren en el establecimiento y no consuman nada: 1,50 euros por persona. Algo que no ha sentado nada bien a muchos clientes, aunque Solano lo defiende por ser la única manera de educar a los consumidores. | @elconfidencial