[…] Como ya hemos visto en otras ocasiones, el plagio chino es capaz de cualquier cosa, dentro y fuera de sus fronteras. En el caso de los países occidentales, desde hace tiempo, abundan los productos llegados del país oriental, a menudo burdas imitaciones de escasa calidad, pero a precios irrisorios. Ropa, complementos o colonias son algunos de los artículos “copiados”. Muy pronto, este surtido puede verse ampliado con jamones ibéricos.
Tal y como podemos leer en la bitácora “Directo al paladar”, hace algún tiempo que los empresarios chinos estudian la forma de copiar un elemento tan característico de la gastronomía española. Y, al parecer, ya han encontrado la fórmula para producir jamones que se parecen, al menos en su aspecto exterior.
Eso sí, en lo que respecta a la calidad y al sabor la diferencia es notable, aunque, según el blog, el producto oriental podría engañar a un paladar poco experto o no acostumbrado a degustar los siempre apetecibles sabores del cerdo ibérico. […] @abc